La importancia del vínculo en el desarrollo de nuestros bebés
Durante los primeros meses de la vida de nuestras criaturas, en nuestras interacciones con ell@s establecemos un diálogo tónico emocional, esto quiere decir que en las situaciones cotidianas como el cambio de pañal, el momento de la comida, la siesta… la relación se va construyendo a través de la piel, la mirada, la voz, la escucha. De esta manera se va creando lo que llamamos el vínculo.
Cuando el bebé llora, si el adulto interpreta la necesidad y da una respuesta adecuada, se creará un vínculo de apego seguro. Daremos seguridad y protección a nuestro bebé, así se percibirá como válido, sentirá que sus necesidades son satisfechas y que su entorno es seguro. Como consecuencia, comienzará a explorar todo lo que le rodea y a ganar en autonomía.
Pero, cuando un bebé llora y no recibe respuesta, dejará de emitir señales de necesidad a largo plazo. Sin embargo, esto no significa que no necesite contacto ni seguridad, sino que el bebé intuye que su demanda no será atendida. Esta falta de respuesta puede dar lugar a un tipo de apego conocido como “inseguro evitativo”.
En otros casos, el adulto puede sentirse abrumado o angustiado por las demandas del bebé y responder de manera impredecible. Entonces, el bebé se sentirá desconcertado y ansioso al no encontrar la respuesta que necesita. Esta dinámica puede provocar un apego “inseguro ambivalente”.
En sus primeros meses, el bebé va tejiendo un lazo especial con las personas que lo cuidan. Día a día, el bebé construye una imagen de cada una de esas figuras y, a partir de esa imagen, genera la suya propia, su “yo”. Este vínculo con sus cuidadores es crucial para su supervivencia y para la construcción sana de la personalidad.
Por eso es tan importante establecer vínculos de apego seguro con los niños y las niñas. Durante los primeros años, el cuidado, la atención, la relación y el trato que se les brinde influirán en la imagen que cada uno construya de sí mismo y en sus relaciones futuras.
El papel de las madres de día como figuras de referencia en ausencia de los padres/madres es fundamental. Una vez que establecemos un vínculo de apego seguro con cada criatura a nuestro cuidado, nos convertimos en una guía necesaria para descubrir y explorar. Ell@s saben que siempre encontrarán en nosotras seguridad y protección cuando lo necesiten.