Objetivos para el inicio del curso

Mi objetivo: asegurar que los niños y niñas disfruten de su juego de manera tranquila

El inicio del curso es un momento idóneo para reflexionar sobre las metas que quiero alcanzar con los niños y niñas a mi cargo. Como madre de día y educadora, lo que busco es que mis «pollitos» disfruten de su juego de manera tranquila y serena. Y esto, aunque a simple vista pueda parecer algo sencillo, no es nada fácil, se requieren principios sólidos y planificación. 

¿Por dónde empezamos?

Crear un Vínculo Seguro

Lo primero es establecer el vínculo o apego seguro. La base de cualquier entorno de aprendizaje debe ser una relación de confianza entre la madre de día y cada uno de los niños y niñas a su cargo. El vínculo les permite sentirse cómodos y abiertos a explorar, experimentar y jugar tranquilos. Aunque algunos pueden tardar más que otros, con cariño y paciencia, todos lo logran.

Proporcionar Cuidados Necesarios

Para crear ese vínculo, es esencial atender las necesidades físicas y emocionales de cada niño y niña. En esta primera etapa, de cero a tres años, los cuidados son lo más importante. La ratio de las madres de día, tres o cuatro criaturas máximo, nos permite dar la atención individualizada que cada bebé necesita. Con los cuidados, creamos un ambiente afectuoso y de confianza que les permite sentirse como en casa.

Ofrecer Materiales Apropiados

Los materiales deben ser seguros y ajustados a las diferentes etapas del desarrollo. A medida que conozcamos mejor los gustos de cada niño y niña, podremos incorporar y modificar los materiales. Lo ideal es contar con materiales no estructurados, los que no han sido diseñados específicamente para el juego pero que ofrezcan posibilidades de juego abiertas, como bloques de madera, telas y cajas.

Dar el Tiempo Necesario

El juego requiere de una programación; no es simplemente el tiempo que queda entre actividades. Es crucial ofrecer a los niños el tiempo necesario para explorar, experimentar y disfrutar sin prisas ni restricciones.

Facilitar Espacios para el Movimiento Libre

Un entorno que permita el movimiento libre es vital para el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Los espacios abiertos y seguros invitan a los pequeños a moverse, descubrir y crecer.

Conclusión

En resumen, crear un ambiente de juego seguro y sereno va más allá de la simple supervisión. Implica dedicación, planificación y un compromiso real con el bienestar y desarrollo de cada criatura. Como madres de día, nuestra misión es facilitar un entorno que promueva el juego libre de manera tranquila y feliz.