Cómo llegar al equilibrio
Los expertos en crianza positiva coinciden en que la independencia se consigue a través de la depedencia. Pero, ¿cómo se actúa en la práctica?
Por un lado, necesitamos brindarles a nuestras criaturas las herramientas necesarias para que se sientan seguros y protegidos, ya que es la base fundamental para fomentar un vínculo fuerte y saludable. Debemos ser sus protectores y guías en todo momento, ofreciéndoles un espacio seguro donde expresar todas sus emociones, sobre todo cuando se sientan asustados, tristes o enrabietados.
Por otro lado, también es importante fomentar su autonomía y curiosidad, ésta es la base para explorar el mundo que les rodea y aprender cosas nuevas. Debemos darles el espacio y la libertad para que puedan desarrollar su espíritu aventurero y explorador, siempre bajo nuestra supervisión y protección.
En resumen, para que nuestras criaturas se desarrollen felices, segur@s y con confianza en sí mism@s, debemos encontrar el equilibrio entre protección y autonomía.
Pero ¿cómo lograr el equilibrio sin llegar a la sobreprotección? Partiendo de la premisa de que cada criatura es única y requiere de un enfoque personalizado, podemos trazar unas coordenadas que nos puedan servir de guía…
Fomentaremos un apego seguro, brindándoles cariño y protección a través de unos límites sanos. De esta manera, podrán adquirir la confianza necesaria para aventurarse, explorar, jugar y desarrollar su autoestima.
Aprenderemos a escuchar y entender las necesidades individuales de cada niño, para poder adaptar la crianza a sus necesidades específicas. Algunos niños pueden requerir más protección, mientras que otros pueden sentirse frustrados y limitados por una supervisión excesiva.
Fomentaremos la responsabilidad y la independencia gradualmente, dando oportunidades para tomar decisiones y enfrentar desafíos en un ambiente seguro y controlado. Para esto el parque es el entorno ideal, donde desarrollan su autoestima y confianza en sus habilidades motrices a diario.
Les enseñaremos valores como el respeto, la empatía y la tolerancia desde una edad temprana, para que puedan relacionarse de manera positiva con los demás y desarrollar sus habilidades sociales.
Estableceremos rutinas y hábitos saludables, que incluyan una alimentación equilibrada y un adecuado patrón de sueño. Cargar las baterías, les hará sentir mejor consigo mismos, tener mayor control sobre su cuerpo y aumentar su confianza e independencia.
Fomentaremos la creatividad y la expresión a través del juego libre. Aprenderán a tomar decisiones independientes y a confiar en sus propias habilidades y juicios. La experimentación a través del juego permite a los niños asumir riesgos y aprender de sus errores. La creación de algo que sea único y personal, puede desarrollar un sentido de identidad y un sentimiento de logro, lo que puede ayudarles a sentirse más seguros y seguras de sí mismos.
En conclusión, la crianza requiere de un equilibrio entre seguridad y autonomía, adaptado a las necesidades individuales de cada niñ@. Debemos ser guías y protectores, pero también permitirles crecer y explorar el mundo a su manera, desarrollando su autoestima, la confianza en sí mism@s y unas habilidades para enfrentarse a los desafíos de la vida.